
10-2-07
Allá por el año 1950 al 55 el trabajo con el camión era limitado a estos contornos, para ir a la capital, tenia que ser una necesidad muy grande y te lo pensabas dos veces. Salíamos del pueblo con el camión que tenia 20 años (era lo que había) por la mañana y si tenías suerte llegabas por la tarde bien oscurecido. Si la suerte no estaba de tu parte llegabas cuando podías, ó al día siguiente.
El tiempo no contaba la velocidad y la circulación era escasa, pero tenías que contar con las averías que eran un montón.
Hoy en día se tarda dos horas y menos, pero tenemos que llevar precaución con la velocidad, que la vida es muy bonita y se puede perder En un promedio esta la virtud.
Yo pido precaución a todos los conductores, (as) sean amigos ó sin serlo, a mis hijos (as) yernos, nueras y nietos (as), “no me lo toméis a mal” no lo digo yo.
Lo dicen los años (los demonios, saben mas por viejos, que por demonio) cuando llevéis el volante de un coche cualquiera que sea, centrarse siempre en el camino que llevas, porque el conducir es un cuchillo de doble filo, es muy agradable pero muy peligroso, hay que tener los cinco sentidos despiertos, los ojos y los oídos muy
pendientes del frente y mucho dominio del vehículo.
Allá por el año 1950 al 55 el trabajo con el camión era limitado a estos contornos, para ir a la capital, tenia que ser una necesidad muy grande y te lo pensabas dos veces. Salíamos del pueblo con el camión que tenia 20 años (era lo que había) por la mañana y si tenías suerte llegabas por la tarde bien oscurecido. Si la suerte no estaba de tu parte llegabas cuando podías, ó al día siguiente.
El tiempo no contaba la velocidad y la circulación era escasa, pero tenías que contar con las averías que eran un montón.
Hoy en día se tarda dos horas y menos, pero tenemos que llevar precaución con la velocidad, que la vida es muy bonita y se puede perder En un promedio esta la virtud.
Yo pido precaución a todos los conductores, (as) sean amigos ó sin serlo, a mis hijos (as) yernos, nueras y nietos (as), “no me lo toméis a mal” no lo digo yo.
Lo dicen los años (los demonios, saben mas por viejos, que por demonio) cuando llevéis el volante de un coche cualquiera que sea, centrarse siempre en el camino que llevas, porque el conducir es un cuchillo de doble filo, es muy agradable pero muy peligroso, hay que tener los cinco sentidos despiertos, los ojos y los oídos muy
pendientes del frente y mucho dominio del vehículo.
Mas vale perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto.
FAUSTINO JIMÉNEZ DELGADO
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