Las tiendas a perra chica a gorda y a real

8-2-07
Me contaba mi abuela de las tiendas de los años “Maricastaña” poco más o menos (antes del alzamiento nacional) cuando mandaba a mi madre a los “mandaos” a por dos “reales” de café y un real de azúcar a casa de “tía” Macedonia y de paso te vienes por casa de tio Antonio“Donato” que te dé un ovillo de perra gorda y una chica de alfileres, y ten cuidado no pierdas el dinero que llevas tres reales y tres chicas, no te “enrrees” que tienes que ir a casa “tía” Juana, a por un encargo que tengo allí y de casa de María la “serradora” te traes seis gordas de arroz y tres “reales de bacalao, que tengo que poner el guiso.
Otro día la mandaba a casa de tío Gregorio, a por dos reales de tintes, o a casa de tío Jeromo a por tres reales de tocino y morcillas, las tachuelas y puntillas de casa tío Juan treinta y tres. Otras veces de casa de la tía “Farruca” un “rea” de cominos y tres chicas de clavos de casa tía Juana que se compraban los artículos de la caza.
El vino se compraba en casa de tía Sixta.
El pan, la mayoría, se hacía en casa, o se compraba en la fábrica de harina con los vales de la “maquila” etc. etc.
Hasta aquí llegan mis escasos recuerdos que le escuche a una persona mayor.
Con el paso del tiempo varios de estos negocios, cambiaron de padres a hijos, incluso a nietos que hoy en día siguen funcionando en plan más moderno, donde se vende toda clase de productos.
Con la llegada de los grandes almacenes y los supermercados modernos, los cuales han invadido el mercado nacional, hemos visto
cómo se fueron quedando desplazadas las famosas y renombradas tiendas, trabajadas con todo el cariño.
Estos comercios pequeños, son necesarios sobre todo en los pueblos de la Sierra, lejos de la capital donde están más unidos el comerciante y el comprador,
Hemos cambiado la moneda de Real por el Euro en menos de un siglo, pero los céntimos con distinto valor seguimos usándolos.
Faustino Jiménez