LOS PREGONES

31-5-2007
No podemos olvidar, un oficio tan conocido y tan escuchado por todos los marochos, como era el pregonero.

Cuando se escuchaba las voces del pregonero, en las esquinas del pueblo “AAMÓ” A ENTERARSE la gente se paraba a escuchar deseosa de aprender algo nuevo, porque se le entendía muy bajo, pero muy esperado por todos. Pregón del consistorio ó particular lo mismo echaba uno, que dos, que tres, pregones de sardinas, tomates y pepinos en el ensanche ó una película de cine, ó de algo que se perdía. Así de esquina en esquina, recorría todo el pueblo, el cual quedaba enterado de las ventas y vicisitud del día.

Este inolvidable pregonero pertenecía a los servicios del Ayuntamiento entre otras cosas para pregonar cosas oficiales ó como la subasta de los lotes de la contienda, después de feria, era un buen pregonero. Ya con la jubilación le sucedió otro mas joven y con mejores pulmones, este en las esquinas se escuchaba decir “ATENCIÓN ATENCIÓN - ATENCION AL PREGÓN”

Y la gente escuchaba las noticias frescas del día.
Con la nueva plaza de abasto dejaron de venir puestos al ensanche y las varias ventas de pescado, que había en casas particulares se cerraron, los pregones no tenían tanta frecuencia y quedo casi exclusivo para asuntos oficiales del Ayuntamiento.

Con la retirada de la vida activa de este último, buen pregonero tardaremos tiempo en oír tan esperada información por las calles de este rincón de la sierra de Huelva.

De vez en cuando suena un altavoz por las calles, montado en un coche pero de poco té enteras suena como si estuviera ronco, pero a falta de pan......

Otro oficio en el olvido, no tiene remedio. Faustino Jiménez.