INCALCULABLE

Sillón antiguo.

Sillón Moderno.

Respaldo del sillón antiguo.

25-9- 2008

Es desconocido el tiempo que ha pasado, cuando el hombre se aventuro a extraer, un diente o una muela a las personas, con dolor y sin anestesia.

Tampoco sabemos que seria de las dentaduras de nuestros antepasados, pensamos que en la antigüedad, se le caerían solos por el mal cuidado de su boca, (me contó el amigo, Manuel que el sistema de algunos era que se amarraban un hilo y en la otra punta una piedra gorda y la tiraban al suelo).
Con nuestra edad, recordamos varios que tenían por oficio barbero o peluquero y tenían la habilidad de sacar lo que se le ponía por delante, diente o muela o lo que sea.
Aparte de su especialidad, otro menester de estos superdotados de aquella fechas, era el de curandero o sea hacer las Sangrías, que consistían en ponerle unas sanguijuelas vivas en donde sabían que chupaban la sangre, creo que el sangrado era necesario para las venas cuando estaban a punto de reventar, según me cuentan personas que los vieron hacer estos trabajos.
Estos barberos estaban muy bien mirados en el pueblo, eran hombres serios y responsables y estas manipulaciones venían de sus antecesores con las prácticas de muchos años.
Con lo delicado que era sacar una muela en los tiempos de “Maricastaña” sin herramientas apropiadas y a dolor, tenía que estar el doliente muy rabioso y tener valor, para sentarse en el sillón de pelar o afeitar, esperando que tirara con la herramienta que tenían preparadas haciéndose el fuerte.
Ya en nuestra juventud no hizo falta estas atrasadas técnicas para sacar una muela, pero si que mas de uno IVA a los varios practicantes de su época que también hacían estos trabajos en su casa particular.
Con la higiene de hoy, las dentaduras son más fuertes y seguras, encontrando buenos profesionales que perfeccionan toda clase de defectos de la boca.

Faustino Jiménez